Durante casi dos a os serv con el capit n Alatriste en las galeras de N poles. Por eso hablar ahora de escaramuzas, corsarios, abordajes, matanzas y saqueos. As conocer n vuestras mercedes el modo en que el nombre de mi patria era respetado, temido y odiado tambi n en los mares de Levante. Contar que el diablo no tiene color, ni naci n, ni bandera; y c mo, para crear el infierno en el mar o en la tierra, no eran menester m s que un espa ol y el filo de una espada. En eso, como en casi todo, mejor nos habr a ido haciendo lo que otros, m s atentos a la prosperidad que a la reputaci n, abri ndonos al mundo que hab amos descubierto y ensanchado, en vez de enrocarnos en las sotanas de los confesores reales, los privilegios de sangre, la poca afici n al trabajo, la cruz y la espada, mientras se nos pudr an la inteligencia, la patria y el alma. Pero nadie nos permiti elegir. Al menos, para pasmo de la Historia, supimos cobr rselo caro al mundo, acuchill ndolo hasta que no quedamos uno en pie. Dir n vuestras mercedes que se es magro consuelo, y tienen raz n. Pero nos limit bamos a hacer nuestro oficio sin entender de gobiernos, filosof as ni teolog as. Pardiez. ramos soldados.
ENGLISH DESCRIPTIONThis 6th installment in the series following the escapades of Captain Diego Alatriste, is a story of skirmishes, boarded ships, killings and sackings in a time where Spain was revered, feared and hated in the easterly seas; where the devil had no color, no name and no flag, and where the only thing needed to summon hell on was a Spaniard and his sword; where men went about their tasks without meddling in government, philosophical or theological affairs--a time where men were soldiers.