El hombre tiene ciertas facultades que lo hacen distinto a todos los seres conocidos en el Mundo llamado Tierra. En nuestra esencia humana, se presentan: La inteligencia, la libertad, el libre albedr o y el amor. Y cuando descubrimos estas facultades temblamos, porque nos damos cuenta de la responsabilidad que tenemos como seres humanos. Somos parte de la Humanidad, con nuestra propia individualidad; pero inmersos en la comunidad, en la que cada acci n de uno, infl uye en todos en forma de cascada sin fi nal. Por eso tenemos y sentimos un gran compromiso tanto individual como comunitario para crecer y trascender hasta la eternidad. Para ello, a n despu s de la muerte, con seguridad, debemos tener un proceso de madurez, para superar nuestra imperfecci n, pues se tiene la consciencia plena del fi n que se quiere alcanzar. Esa esperanza suple con creces la angustia de no tenerlo, pues se tiene la absoluta certeza de alcanzar el fi nal.